Escucho...es mi corazón!
Está tan asustado y herido que no quiere oír hablar de amor ni nada que se le parezca...
Y sin embargo, su voz, su aliento, su rostro, sus manos...es tan inevitable poder controlarlo por completo!
Lo tuve, era mío, sólo mío, pero lo dejé marchar...dejé que buscara cobijo bajo otro árbol y ahora ya es demasiado tarde para recuperarlo...Tanto ha cambiado la vida...
Simplemente esperaré que cure la herida que sólo yo he provocado...
Siempre estarás ahí, lo sabes...
No hay comentarios:
Publicar un comentario