Las miradas se volvieron a cruzar, echando un último vistazo; o penúltimo porque quizás se volvieran a ver.
Permanecieron así, estáticos varios minutos, incapaces de soltarse el uno del otro porque sabían exactamente que sería la última vez que estuvieran tan cerca, tan juntos... O eso creían ellos...
Luego, la sombra de la oscuridad lo tiñó todo de negro. Fueron incapaces de reconocerse entre tanta niebla...Sabían que el otro estaba allí, pero ya no lo encontraban...
Pasaron los segundos, los minutos, los años, el tiempo....Ya ni siquiera se molestaban en buscarse porque cada uno encontró rostros y cuerpos diferentes...
Aquel último encuentro había marcado su camino...
O penúltimo, porque a lo mejor algún día volviera la claridad...