Ella se miraba en el espejo, pero no veía nada.
Sólo una cara desconocida, gris, oscura...
NO, ésa no puedo ser yo! - pensaba para sí misma en los pocos ratos que tenía de lucidez
¿Cómo he llegado a convertirme en lo que soy ahora? - se preguntaba atónita
¿Cómo he dejado que todo se destruya a mi alrededor casi sin darme cuenta?
¿Cómo he estado viviendo este tormento por tanto tiempo y con tanto dolor, casi sin rechistar?
¿Cómo se puede llegar a este punto sin querer? - se preguntaba sin cesar
¿pero para qué intentar entenderlo?, ¿qué sentido tiene ahora que ya todo está perdido?
Tantas y tantas preguntas, tantas y tantas dudas recorrían su mente, que lo único que le provocaba era el llanto y la confusión...
Estaba cada vez más y más perdida...perdida sabiendo que la luz estaba cada vez más lejos...
Estaba cada vez más y más perdida...perdida sabiendo que la luz estaba cada vez más lejos...
Mucho más perdida cada vez...